Rimas infantiles

Cuando éramos pequeños, todos hemos jugado a algún juego que requería dividirse en equipos. También estaban estos en los que un pobre infeliz tenía que hacer el trabajo sucio mientras los demás jugaban juntos, como por ejemplo, en el escondite. Para decidir en estas cuestiones tan importantes, recurríamos al azar un poco manipulable: el de las rimas infantiles. Son muy interesantes por el lenguaje que utilizan. Esta es una de ellas, tal y como yo la recuerdo:

Pito pito, gorgo-rito,
¿dónde vas tú-tan bonito?

A-la era verda-dera,
chim-pón fu-e-ra
sa-les y que-das.

(Separo con guiones los golpes de voz más comunes).

Bastaba con reunirse en círculo. Alguien del grupo iniciaba la rima. En cada sílaba, cada pocas sílabas o cada palabra, se señalaba a un compañero distinto, por orden, hasta que se acabase la rima. Aquel en el que acabase era elegido. He hablado de azar manipulable precisamente porque según te convenía y si eras bueno calculando, podías decidir si utilizabas una sílaba o cualquier cantidad por golpe de voz, de tal manera que podías hacer los equipos como te gustase o no tener que pandar nunca. Incluso podías recurrir a usar distintas rimas cuyos resultados conocieses. Por ejemplo, si queríamos contar 7, nosotros utilizábamos esta:

Una manzana podrida
un, dos, tres,
salida.

En este caso, cada palabra era un golpe de voz.

Como se transmiten de manera oral, estas rimas varían mucho de unos lugares a otros y de unas generaciones a otras. Así que quizá no os sintáis identificados con las que expongo aquí, pero puede que sí con ligeras modificaciones. Esta transmisión oral también puede ser la responsable del poco sentido que tienen algunas, en las que creo se ha sustituido el sentido o bien por rimar o bien porque las palabras originales eran difíciles de pronunciar por los niños. Por ejemplo:

Un ga-to cayó a-un pozo,
las tri-pas le-hicie-ron gua,
arre moto, piti poto
arre moto, piti pa,
sal-va-di-to,
tú, es-tás.

¿Arre moto, piti, poto? ¿Arre moto, piti, pa? Bueno sí, las motos existen, y la palabra arre también, y piti, y poto, pero, ¿qué hacen ahí juntas? Quizá solo añadir sonoridad y facilitar la rima y la memorización.

También teníamos esta:

Una mosca puñe-tera,
se cagó-en la-carre-tera,
y vinieron los bomberos,
se tiraron cuatro pedos,
un, dos, tres, cuatro.

¿Una mosca cagándose en la carretera? ¿Quién fue el listo que llamó a los bomberos y para qué? ¿Por qué siempre me imaginé que eran cuatro bomberos? Tan solo dice que fueron cuatro pedos, podían habérselos echado entre tres bomberos.

Si jugabas a polis y cacos, la rima era alternante y posiblemente universal:

Sandía, sandía
tú serás
un-gran policía.

Melón, melón,
tú serás,
un- gran ladrón.

Siempre estaba el típico graciosillo que se creía original (mea culpa), que decía:

Policía, policía,
tú serás
una gran sandía.

Y luego rompía a reír.

Este otro me lo enseñó un amigo (gracias Wladi), pero jamás lo he oído en ningún otro sitio:

En-el río Titi-caca,
una vieja se-hizo caca,
como no tenía pape-lito,
se limpió con-el dedito,
y-le supo a pastelito.

Muy escatológico él, hará las delicias de los más marranos.

También estaban aquellos en los que la rima tenía dos partes y al final de la primera alguien decía un número que era el que determinaba al final quién iba a ser seleccionado, había que tener agilidad de cálculo. La nuestra era:

Una bolita de-algo-dón,
patín, patón.
¿Sabe usted
donde cayó
esa bolita de-algo-dón,
patín, patón?
(Se dice un lugar y se cuenta.)

Y ya un poco mayor aprendí una variante del pito pito gorgorito, que me dejó anonadado, porque para mí era algo inamovible:

Pinto pinto, gorgo-rito
saca las-cabras del-veinti-cinco.
¿En-qué lugar?
En-Portu-gal.
¿En-qué calleja?
La-Mora-leja.
Saca la-mano
que-viene la-vieja.

¿Pinto? ¿Y esa -n- de dónde salió? Qué ofendido me sentí. Además esa vieja da miedo, ¿por qué tienes que sacar la mano? ¿Qué te hará si no la sacas? ¿Te la corta?

Lo que no sé es cómo hacíamos para decidir qué rima utilizar. ¿Lo echaríamos a suertes? Y en ese caso, ¿con otra rima? ¿Y qué rima elegía a la rima que elegía a la rima…?

Estas son todas las que conseguí recordar de mi infancia. Me gustaría mucho saber cuáles son las vuestras, queridos lectores. ¿Cómo sorteabais de pequeños? ¿Eran variantes de estas? ¿O alguna completamente diferente?

Os animo a que compartáis vuestros recuerdos, hacedlo por mí y por todos mis compañeros.

19 comentarios en “Rimas infantiles

  1. Do «pito-pito» había esta variante:

    Pito pito, gorgo-rito,
    ¿dónde vas tú-tan bonito?
    A-la era verda-dera,
    pim-pón fu-e-ra
    la vaca le-che-ra,
    sube por la es-ca-lera,
    sa-les y que-das.

    Ah, logo creo que había tamén unha que dicía «Un paleto fue a la escuela y lo echaron fuera» Sónache? Sóname tamén que había unha que eran todo palabras inventadas, pero non son capaz de recordar…

    PD: Acórdaste como era o xogo do «hipnotizador» ?

  2. Jajjaa, me encantó el artículo 😀

    Yo también me sentí ofendido con PINTO en vez de PITO, y le recuerdo que reñía a la gente por decirlo mal xD
    De todas formas para mi siempre terminó en fuera, nada de «sales y quedas» y menos «vaca lechera» xD

    Después había otro que era algo así como:
    «Una dole,
    tele, catole,
    quile, quilate,
    esta la reina en su gabinete,…»
    Y no me acuerdo más, lo busqué en interné y aparecen varias versiones diferentes pero ninguna es la que yo conocía…

    1. ¡Qué coincidencia que te sintieras ofendido por lo mismo! Yo también reñía por decirlo «mal».

      Esa que dices nunca la había oído hasta que empecé con este artículo y la encontré por internet. También me la recitó Almostel enterita.

    2. Y seguia con algo así como
      … y vino Gil, rompió el candil.
      Candil, candilón,
      cuenta bien que las 12 son.

      Sin sentido ninguno, pero igualmente éramos felices..

      1. En tiempos de mi niñez, mi abuelo me la recitaba así:
        Uni, doli
        treli, canoli,
        quini, quineta,
        estaba la Reina
        en su camareta.
        Llegó Joaquin
        apagó el candíl.
        Candil, candon,
        cuentalas bien,
        que las 20 son.

        1. Yo la aprendí así( es parecida)
          Uni, dori,
          Teri, catori
          Quini, quinete,
          Estaba la reina
          En su gabinete
          Llegó Gil
          Quebró el barril
          Barril, barrilon
          Cuenta las bien
          Que las veinte son

  3. En mi niñez usábamos sobre todo el ta-te-ti: «Ta te ti suerte pa-ra mí, sino es para mí será pa-ra ti, ta te ti, una vieja hacien-do pis enel medio del jar-din, ta te ti, choco-late con nes-quick» etc. etc. Después del segundo «ta te ti» le podías ir agregando frases indefinidamente (siempre rimando en «í»), de extensión variada, hasta hacer que la ronda terminara donde querías; lo que marcaba el final era solamente el tono ascendente-descendente del último «ta te TI».

    Muy lindo post.

  4. En Barcelona usábamos la versión de pito pito de esta manera:

    Pito | pito, | gorgo|rito,
    ¿dónde | vas | tú tan | bonito?
    A la | acera | verda|dera,
    pim|pón | fu|e|ra
    la | va|ca le|che|ra,
    tú | te | vas | y | tú | te | que | das

    Notad que decíamos ACERA, en vez de era (la primera vez que oigo que hubiera una era verdadera… las otras eras eran mentira? XD)

    Luego, si no estabas conforme con el resultado, continuabas con:

    En la casa de Espinete
    todos cuentan hasta siete:
    Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete

    Y después, si aún no estabas conforme, decías:

    En la casa de Pinocho
    todos cuentan hasta ocho:
    Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho

    En catalán, como mucho decíamos esa de:

    Uni, dori, teri i catori,
    mata-la veri viri virom,
    compta bé que dotze hi som

    Saludos!

    1. Eso también es aplicable a la acera, ¿no? ¿Acaso solo una acera era de verdad? xD

      Eso se podrían ampliar, por ejemplo, en casa de Blancanieves hasta nueve, o en casa de la Cenicienta hasta cuarenta. Ahí se ve quién tenía nivel, Pinocho que se sabía un numero más.

      ¡Un saludo!

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